HORMONAS VEGETALES
CONCEPTO
Las hormonas son moléculas orgánicas que ya en pequeñas
cantidades pueden influir en la fisiología de plantas y animales. Las hormonas
juegan un papel importante en el crecimiento, la floración y la maduración del
cannabis. En este artículo le explicamos cómo funcionan las hormonas vegetales
(fitohormonas) en las plantas y cómo promueven su floración.
Las hormonas se producen en cualquier parte de la planta y se transportan por
toda ella. Expresado de forma simplificadora, podríamos decir que se trata de
señales que pueden ser emitidas o recibidas por cualquier parte de la planta.
Una hoja, por ejemplo, puede enviar una señal a la punta de un tallo para que
crezcan flores. Las fitohormonas más conocidas son la auxina, la giberelina, la
citocinina, el etileno y el ácido abscísico (ver fig. 1). Además, se han
adjudicado efectos parecidos a los de las hormonas a los brasinosteroides,
los salicilatos y los jasmonatos.
Auxina
Charles
y Francis Darwin iniciaron en los años 1880 una serie de experimentos que
confirmarían la existencia de las hormonas vegetales o fitohormonas. El objeto
concreto de sus investigaciones fue la influencia de la luz sobre la dirección
del crecimiento en la avena (fototropismo). La fitohormona cuyo efecto se probó
en estos experimentos, fue la auxina. La auxina se produce en los
meristemos apicales de la planta (tanto aéreo como en las raíces) e influye,
entre otros, en la absorción de agua, la división celular y la elongación de
las células (reblandecimiento de la pared celular). Debido a su
efecto se suelen usar distintas formas de auxinas en los preparados
estimuladores del crecimiento radicular.
La auxina producida en la punta central de la planta de
cannabis puede inhibir el crecimiento de las yemas laterales. Este
fenómeno se llama “dominancia apical”. Quitando la punta apical (poda) se
elimina esta inhibición y se pueden desarrollar las yemas laterales resultando
en una planta más ancha. Si se cultivan pocas plantas por metro cuadrado, la
poda de las puntas apicales es útil para que las plantas puedan aprovechar
mejor la luz. También resulta ventajoso realizar esta poda periódicamente si se
quiere obtener una buena planta madre, ya que la planta resultante tiene muchas
ramas laterales.
En experimentos realizados por CANNA se ha mostrado que la
efectividad de la auxina en cannabis depende en gran medida de la concentración
y de la forma de aplicación. Con concentraciones bajas, se observan una cierta
estimulación de la formación de flores y una ralentización de la maduración,
mientras con concentraciones altas se frena el crecimiento y se producen
deformaciones y fenómenos similares a tumores .
Giberelina
La
giberelina fue aislada por primera vez en 1935 por el japonés Teijiro Yabuta.
La encontró en un hongo que desde hace siglos había causado pérdidas
de producción a los arroceros japoneses. Aunque, en primera instancia, la
giberelina favorece el crecimiento, más avanzada la temporada de cultivo hace
aumentar la presencia de frutos estériles.
Por lo general, la giberelina acelera el crecimiento por
medio de la elongación y división de las células. Estimula la germinación
de las semillas y la formación de flores en plantas de día largo (por lo tanto,
no en cannabis). Entre otros, la giberelina se aplica en la fruticultura,
para contribuir al pleno desarrollo de peras o uvas no polinizadas.
En el cannabis, la aplicación de giberelina en
concentraciones bajas genera efectos rápidos y evidentes (foto 2). Las plantas
cogen un color verde claro y los troncos se agrietan como consecuencia del
rápido crecimiento (foto 3). ¡La velocidad de crecimiento puede llegar a
alcanzar los 10 cm por día! Al aplicar giberelina durante la fase
vegetativa, las plantas retrasan su floración.
La giberelina es para el cannabis lo que la testosterona
para el ser humano. Estimula la formación de propiedades y órganos típicamente
masculinos, o sea plantas de tallo alto, con espacios internodales más largos y
flores masculinas (foto 4). Si se utiliza el polen de estas flores para
polinizar flores femeninas, se forman semillas que sólo producen plantas
femeninas
También hay ciertas condiciones ambientales que pueden
llevar a un aumento de la producción de giberelina. De esta manera, por
ejemplo, la falta de luz resulta en plantas más largas y débiles. Otra
condición influyente sería una distancia lámpara/planta reducida. Una distancia
demasiado corta puede causar que los cogollos ya florecientes se estiren de
nuevo y se vuelvan largos y delgados. Para evitar este inconveniente, la
distancia lámpara/planta debería ser de 50 centímetros, como mínimo.
Citocinina
El
efecto de la citocinina se demostró por primera vez en 1913. 30 años después se
descubrió que una sustancia natural presente en la leche de coco era capaz de
promover la proliferación celular en plantas. Finalmente, en 1955, se averiguó
qué hormona era la responsable de este efecto: la citocinina.
La citocinina se conoce como hormona que promueve la
división celular. Estimula el metabolismo y la formación de flores en
yemas laterales lo que la convierte en homóloga de las auxinas. Las
concentraciones más altas de citocinina se encuentran en los órganos más jóvenes
de las plantas (semillas, frutos, hojas jóvenes, ápices de raíz).
Concentraciones altas de citocinina en un órgano o tejido determinado llevan a
un mayor transporte de azúcares a esta parte de la planta. En cannabis, la
aplicación de citocinina resulta en una mayor superficie foliar y una
aceleración de la formación de flores. Sin embargo, la finalización de la
floración es similar a la de las plantas no tratadas. A este respecto, la
citocinina puede ser considerada homóloga de la giberelina ya que estimula la
formación de flores femeninas en plantas masculinas.
Etileno
La aplicación práctica del etileno se remonta al Antiguo
Egipto donde se practicaron cortes en los higos para acelerar su maduración. En
1934 se descubrió que las plantas producen su propio etileno siendo capaces de
regular ellas mismas la maduración de sus frutos.
Desde el punto de vista molecular, el etileno es la
fitohormona menos compleja y se produce en todos los órganos de la planta. Se
trata de una hormona gaseosa que se transporta a través de los espacios
intercelulares de las plantas. Promueve la maduración de los frutos,
cierto aumento de la talla y la abcisión (caída) de las hojas.
En determinadas especies vegetales, como la piña, el mango o
el lichi, el etileno estimula la formación de flores, pero no así en el
caso del cannabis. La aplicación de etileno lleva a plantas más pequeñas y un
final muy temprano de la floración . Por la rápida maduración, los
cogollos se quedan pequeños, presentando los pistilos un típico color
naranja-marrón.
La planta tratada tiene cogollos más pequeños debido a la maduración acelerada.
Debido a la alta sensibilidad de las plantas al etileno, la
concentración se expresa en partes de etileno por mil millones de partes de
aire (parts per billion, ppb). En los tomates, las concentraciones de 10 ppb ya
pueden tener efecto. Cuando flores que ya están madurando entran en contacto
con plantas jóvenes, existe el riesgo de una maduración prematura de las
plantas jóvenes, si el etileno producido les llega a través del aire.
Ventilando de vez en cuando (una vez al día) se puede evacuar el etileno que se
haya generado. Las concentraciones altas de etileno llevan directamente al amarillamiento
foliar.
El etileno se puede acumular también en las raíces si se
mantienen demasiado húmedas durante un tiempo prolongado. Posibles efectos
son la clorosis foliar, el engrosamiento del tronco, la epinastia
(curvatura hacia abajo) de las hojas y una mayor susceptibilidad para
enfermedades. En situaciones de estrés, por ejemplo, en caso de enfermedades o
daños, la planta produce más etileno y, en consecuencia, se queda más pequeña y
adelanta el final de la fase de floración. También el estrés mecánico (por
ejemplo, por corrientes de aire causadas por ventiladores) puede causar una
producción elevada de etileno que resulta en plantas más pequeñas con troncos
más gruesos. Si los ventiladores están demasiado cerca de las plantas, causan
un estrés excesivo que puede perjudicar el rendimiento.
Ácido abscísico
El
ácido abscísico se aisló por primera vez en 1963 y debe su nombre a la palabra
latina abscissio (abcisión). El nombre hace referencia a la suposición que el
ácido abscísico era responsable de la abcisión (caída) de las hojas y de los
frutos. No obstante, más tarde resultó que el etileno tiene una influencia
mucho más directa sobre este proceso.
El ácido abscísico es producido, entre otros, por los cloroplastos de
hojas antiguas y posee tanto propiedades inhibidoras (crecimiento) como
estimulantes (síntesis de proteínas de almacenamiento en las semillas). Si
llega mucho ácido abscísico a los ápices del tronco o de las raíces, la
división de células se detiene y la planta entra en latencia.
El ácido abscísico es una hormona muy importante en
situaciones de estrés. Por ejemplo, estimula el cierre estomático en
caso de estrés hídrico causado, por ejemplo, por altas
temperaturas, una baja humedad ambiental y una CE demasiado elevada
del medio de nutrición.
La formación de flores en cannabis
Aunque se haya investigado mucho el cambio de crecimiento a
floración en las plantas, hasta hoy no se conocen los pormenores de este
proceso. En el cannabis, en concreto, la formación y el desarrollo de las flores
dependen de la duración de la noche. Si el periodo nocturno dura más
de 12 horas, la planta empieza a florecer. Es importante que la oscuridad
durante este periodo sea total ya que la planta sólo puede medir el periodo
oscuro, pero no él de luz. Lo mide a través de las hojas para enviar, a
continuación, una señal a las puntas de los tallos para que empiecen a formar
flores. La hormona que transmite esta señal, se llama “florigen”. Aunque hasta
el momento nadie haya logrado aislarla, ni nadie sepa cómo es, se considera
probable su existencia. Por ejemplo, es posible llevar plantas a la floración
con 18 horas de luz, empleando sustancias originarias de plantas florecientes.
Una vez desencadenada la floración, hay varias hormonas que
entran en juego. Así, la citocinina y las auxinas son importantes
para la continuación del desarrollo y el crecimiento de los cogollos, mientras
el ácido abscísico y el etileno lo son para la maduración.
Uso de preparados de hormonas
Si quieres hacer pruebas con preparados de fitohormonas, ten
mucho cuidado con cómo, cuándo y en qué cantidades los empleas. La efectividad
final depende de muchos factores, como el momento de la aplicación (fase de
desarrollo, hora del día), la vía de aplicación (hojas o raíces) o la
concentración. En el caso de la auxina, por ejemplo, la concentración es
especialmente importante. Mientras en concentraciones bajas estimula el
crecimiento radicular, en concentraciones altas promueve la producción de etileno
que favorece la finalización prematura de la floración.
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